Jerusalén — 17 de enero del 2008.
Arqueólogos israelíes han descubierto en Jerusalén un sello de unos 2 mil 500 años de antigüedad que, según algunos expertos, confirma la teoría de que la Biblia se puede emplear como fuente de documentación histórica. En el sello aparece en caracteres hebreos arcaicos el nombre de la familia Témaj, que de acuerdo con el Libro de Nehemías figuró entre los exiliados que regresaron a Judea en el 537 antes de Cristo tras el fin de su cautiverio en Babilonia, en el actual Irak. "Es un nexo entre las pruebas arqueológicas y el relato bíblico, al evidenciar la existencia de una familia explícitamente mencionada en la Biblia", explicó la arqueóloga Eilat Mazar, que dirige las excavaciones en las que apareció el sello, de piedra negra, con forma elíptica y unas dimensiones de 2.1 por 1.8 centímetros.
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